Con esta cuarta mordida de Coyote finalizo el ciclo de este año que termina y me vio nacer.
Para esta cuarta dentellada ofrezco un abanico de pasajes que reflejan el esfuerzo de mi comunidad por salir adelante.
Como el aullido interminable que hago a la luna llena, aún si es cubierta por un manto oscuro de algodones, así es el trabajo del reportero comunitario, que no cesa en la búsqueda de historias, relatos y anécdotas que tienen su origen en este barrio, en este pueblo que es de todos.
Presento en LAS TRIBUS el texto Movilidad total para una vida independiente, donde narro el trabajo de un grupo de personas que a pesar de su circunstancia física avanzan con dignidad. En MI OBRA VISUAL publico Lalo, un artista ignorado,  donde se muestra lo duro que ha sido el andar de Eduardo Olvera, artista plástico de nuestra localidad

En CRÓNICAS PEREGRINAS con Morir para nacer de nuevo, describo la experiencia de la ceremonia prehispánica del Temazcal. Les traigo en TÍRATE UN CUENTO, POEMA O RAP, La rabia y el maguey, una recuperación de los pueblos purépechas que Hipólito Irepan, vecino de Coyoacán, me acerca con gusto.

LA PLUMA INVITADA hace un reconocimiento a Rodolfo Usigli a cien años de su natalicio publicando Cristal de roca, esa parte poética poco explorada del gran dramaturgo nacional.
Como un manjar resultó la presentación que hice en el Pedregal de Santo Domingo, donde los vecinos me recibieron de la mejor forma que un Coyote pueda imaginar. Gracias a ellos y a los músicos de Ensamble Naranja y Cheverodia, a la cuentacuentos Yóllotl, al pintor Lalo Luna y al payaso Dolarito, que me acompañaron e hicieron un día  exquisito.
Por cierto a mi guarida ha llegado un rumor del éxito que han tenido las promociones del teatro de este animal colmilludo. En esta ocasión hay un dos por uno en la obra Dar es a todo dar en el Foro Hugo Argüelles.
Cada luna que pasa hago nuevos amigos, como doña Petra Camarillo Ávalos, de la colonia Santo Domingo quien fue la primera anfitriona del arranque de los talleres de El Coyote Itinerante. Gracias amiga y a los tuyos. Y no puedo olvidarme de mi cuate Pablo Boullosa, de quien recomiendo su última traducción.
Les anuncio que una noche de estas aullaré también en la red, pues un equipo de cyber coyotes cachorros, a quienes reconozco el esfuerzo, han hecho mi página de Internet.
Me despido por hoy de ustedes, mis compañeros del barrio, esperando que este apretón de dientes, les resulte intenso y placentero. Y si me ven en la calle, sean colmilludos, llévenme.